MURCIAECONOMIA //EUROPA DA UN PASO MÁS PARA GARANTIZAR LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES REAL A GOLPE DE CUOTAS DE GÉNERO

Alemania aprueba una ley para obligar a sus empresas a tener mujeres en sus cúpulas directivas. Las mujeres todavía están muy lejos de igualar a los varones en puestos directivos. 

El gobierno de la canciller alemana Angela Merkel aprobó el pasado 6 de enero un proyecto de ley para establecer una cuota femenina en los cargos directivos de grandes empresas. ¿Cuál es el objetivo?  Que las empresas que cotizan en bolsa y con comités ejecutivos de más de tres personas deberán contar obligatoriamente con al menos una mujer entre ellas. Además, las empresas de las que el estado sea propietario o accionista mayoritario tendrán que tener un 30% de  mujeres en su dirección. Se establece también una representación mínima en la dirección para empresas públicas como la Agencia Federal para el Trabajo y los seguros de salud, jubilación y accidentes.

Garantizar la igualdad de oportunidades

“Estamos poniendo fin a las salas de juntas sin mujeres en las grandes empresas”, dijo Franziska Giffey, ministra alemana de la Mujer y la Familia, al presentar el acuerdo, que describió como un “avance histórico”. El proyecto de ley pasará por el trámite parlamentario y se espera que sea aprobado durante esta legislatura.

La medida no ha gustado a todo el mundo. Algunos grupos empresariales como la Federación de Industrias Alemanas han defendido que, pese a apoyar que haya más mujeres en puestos de liderazgo, las cuotas son “una intervención importante en la libertad empresarial”. 

En 2015, Alemania ya legisló en materia de cuotas obligatorias para los consejos de supervisión (organismos que supervisan a los consejos de administración de las compañías, pero no toman decisiones sobre las operaciones del día a día). 

El resultado es que ahora las mujeres representan el 36% de los puestos no ejecutivos del consejo en las grandes empresas, según el Instituto Europeo para la Igualdad de Género. 

En  Bélgica, Francia o Austria, donde también tienen cuotas de género obligatorias para las directivas de las empresas cotizadas, han visto aumentar de manera significativa la representación femenina en los altos niveles de las empresas. En España se ha hablado mucho de este tema, pero aún no hay exigencias de cuotas de este tipo, aunque la CNMV estableció un objetivo del 30% de consejeras en las empresas del IBEX para este año. No sabemos si ese objetivo se alcanzará o también habrá que hacer leyes que conviertan la igualdad de oportunidades en obligación. 

El debate de las cuotas es antiguo y muy controvertido, incluso entre las mujeres y hay opiniones muy dispares, hay quienes piensan que es una manera necesaria de darles un empujón y que luego ellas ya seguirán solas consiguiendo nuevos retos, y otros, que es una forma de lograr un puesto por el simple hecho de ser mujer, no por su talento. 

Lo que sí es seguro es que las mujeres parten de una situación de desventaja, y que existe la necesidad de impulsar más políticas y herramientas específicas para acabar con las brechas de género y conseguir la ansiada igualdad de oportunidades. 

Soy de las personas que piensan que el éxito y la efectividad laboral no tienen género, eso sólo depende del esfuerzo, la capacidad y el trabajo. No quiero ver a una mujer en un puesto que no merezca, pero tampoco a un hombre. Y dicho esto, como mujer y empresaria, lamento que en pleno siglo XXI aún sea tema de discusión y que se tenga que plantear dicha legislación, muestra de la atrasada situación que aún vive la mujer con respecto a puesto de responsabilidad en las grandes empresas, pero si ese paso tiene que ser a golpe de legislación, que así sea. 


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Artículo de opinión publicado en el medio de comunicación Murcia Economia

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