El 23 de agosto, y como cada año desde 2007, celebramos el Día Internacional del Hashtag. Una herramienta de comunicación y divulgación capaz de contar historias con tan solo etiquetas.
El hashtag, o lo que informalmente conocemos como la almohadilla #, “de toda la vida”, ha revolucionado cada uno de los canales de comunicación digitales que existen en la actualidad, desde Pekín hasta Chile, y vuelta, el hashtag no conoce fronteras, colores, razas o ideologías políticas. Sin posición alguna ni discriminación, el hashtag te abre las puertas a una nueva forma de propagar información en tiempo real y de forma eficaz.
Pero lo que hoy conocemos como una revolución digital, nació casi por casualidad. Fue en 2007, hace catorce años, cuando un usuario en la red social de Twitter escribió una publicación con el símbolo # para agrupar el contenido que publicaba y, tras el gran éxito que obtuvo, Twitter finalmente terminó por incluir esta función en sus características de contenidos, creando una forma de clasificar información. Lo que no se imaginaban quizá, era que se convertiría en uno de los sellos de identidad de marca más potentes que existe dentro de las redes sociales y una forma de crear movimiento social.
Informar, compartir y buscar son los pilares fundamentales que componen el “padrenuestro del hashtag”. Un término que asociamos a un tema, idea, discusión o incluso un nombre de marca, mediante una combinación de palabras y símbolos y que automáticamente al publicar y compartir el contenido en la red social, ya sea Twitter, Instagram o la nueva versión mejorada del mismísimo Tuenti, se transforma en un enlace que redirige a una nueva página donde aparecen todas las publicaciones que se han generado haciendo alusión al mismo tema.
De aquí, surgen los aclamados Trending Topic, aquellos temas que son tendencia en Twitter y que se crean gracias a los hashtags. Movimientos que se han hecho virales, como el #Cuéntalo, tan conocido en España y creado por Cristina Fallarás para dar voz a la violencia machista, o el famoso #MeToo, que recorre cada rincón virtual en todo el mundo. Los hashtags, no sólo han venido para facilitarnos las cosas en el mundo online, sino que han venido para intentar hacer de un mundo mejor, consiguen dar altavoz a un problema o conflicto social, visibilizar y concienciar, hacer cultura y crear movimientos sociales.
Y aunque todo valga en el amor y en la guerra, no todo vale en las reglas de oro del hashtag. Cuidar nuestras palabras clave y saber qué compartir en el momento adecuado es fundamental para conseguir que nuestras estrategias de marketing funcionen de forma óptima. Ampliar el alcance de tus publicaciones, conseguir nuevos seguidores, hacer viral un evento o aumentar notoriedad de marca, son algunas de las ventajas que podemos conseguir si sabemos utilizar este recurso digital con un hashtag específico y adecuado para cada campaña. Para nosotros es una herramienta fundamental, nos permite llegar a quien queremos, adaptando cada acción en función de los objetivos deseados, a una Estrategia de Marketing que garantice el éxito.
A partir de hoy vuestra vida no será igual sin un hashtag… Haz todo lo que se te ocurra pero “en modo #”
#comunica, #vive, #familia, #trabajo, #diversión, #sueña, #viaja, #emocion, #deporte, #comesano, #followme, #like
Artículo de opinión publicado en el medio de comunicación Murcia Economía. Pincha aquí