Kama Harris la primera mujer vicepresidenta de EE.UU.
“Por cambiar la historia estadounidense, por mostrar que la fuerza de la empatía es mayor que las furias de la división, por compartir una visión de sanar un mundo en duelo, Joe Biden y Kamala Harris son la Persona del Año 2020 de Time”, escribió el editor de la revista, Edward Felsenthal. Así ha descrito la influyente revista Time el motivo por el que el presidente y vicepresidenta electos de EE.UU. han sido elegidos como protagonistas del convulso 2020.
El pasado 3 de noviembre se celebraron las elecciones presidenciales americanas en las que ganó el partido demócrata con Joe Biden a la cabeza. Al nombrar a Harris como su compañera de candidatura, Biden tomó una decisión innovadora: elegir a una mujer de color para ser vicepresidenta, al mismo tiempo que ascendía a una senadora que comparte sus políticas de centroizquierda en un momento de cambio en su partido y en el país más poderoso de la tierra. Harris será la primera mujer en ocupar el cargo, además de la primera persona negra y la primera de ascendencia asiática.
Su elección es la consecuencia de que Joe Biden “tuviera la audacia de romper una de las barreras más significativas y elegir a una mujer como vicepresidenta”, celebró Harris en su primer discurso como vicepresidenta electa, vestida de blanco, como las sufragistas que hace 100 años conquistaron el derecho al voto para las mujeres. De las blancas, al menos, porque las negras como Harris se enfrentarían a constantes trabas hasta la lucha por los derechos civiles de Estados Unidos. Aquella histórica batalla por la igualdad unió a sus padres, ambos inmigrantes.
La carrera de Harris es la historia de una pionera, es de ascendencia jamaicana e india, asistió a una universidad históricamente negra (Universidad de Howard), es miembro de una destacada hermandad negra (Alpha Kappa Alpha) y mientras crecía visitaba India a menudo, suele decir que su identidad hace que sea especialmente sensible para luchar por las personas que tradicionalmente han sido ignoradas.
Decidió ser fiscal porque quería proteger a los débiles y fue la primera mujer en llegar a ser fiscal general de San Francisco, eso fue en 2004, en 2009 se presentó a las elecciones a fiscal general del estado de California, y ganó. De nuevo fue la primera mujer en llegar al puesto. En 2016, cuando se presentó a las elecciones al Senado, la sucedió otra mujer.
“Si bien soy la primera mujer en ocupar este cargo, no seré la última”, destacó Harris en su primer discurso ya como vicepresidenta electa, para luego añadir: “Porque cada niña que nos esté mirando verá que este es un país de posibilidades”.
Cuando nos preguntamos qué es el techo de cristal, y quizá si su existencia es real o no, sólo debemos pensar en Kamala Harris. En el hecho de que sea noticia que el país con la democracia más reputada, la gran potencia de occidente y el referente cultural del mundo moderno, haya tardado más de doscientos años en tener a una mujer como vicepresidente.
Cuando decimos que una mujer rompe un techo de cristal, nos referimos a como un avance realizado por esa mujer, además de ser importante en sí mismo, resulta inspirador y profundamente representativo para las mujeres que lo ven y las niñas que crecen asimilándolo como algo normal. Y ahí radica la importancia de crecer viendo a una mujer en un puesto de poder, porque es algo que no solo atañe a las niñas, también puede influir en la visión de los niños sobre el mundo y en la manera de ejercer el liderazgo.
Una vez que se rompe el cristal, la situación se empieza a normalizar. Así que cada vez que veamos a Harris, recordemos que cada uno de sus logros, que hoy son noticia, nos hacen avanzar hacia una “nueva normalidad”, en este caso positiva, donde la posición relevante e influyente de una mujer no sea noticia.
Mar Abenza, CEO Marevents.
Artículo de opinión publicado en el medio de comunicación Murcia Economia
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