Somos animales sociales. Necesitamos comunicarnos y expresar lo que sentimos y pensamos de manera constante. Desde hace ya casi 20 años, internet ha cambiado la forma en la que interactuamos con otras personas.
Actualmente, es mucho más normal enviar un WhatsApp a alguien que llamarle. Esto es una realidad y al mismo tiempo una de las grandes revoluciones que ha supuesto internet. A través de una pantalla, podemos “hablar” en tiempo real con cualquier persona en cualquier parte del mundo sin necesidad de vernos.
Ante esta necesidad de interactuar y la inmediatez con la que nos comunicamos, surgen los famosos e imprescindibles emojis. Capaces de expresar cómo nos sentimos o pensamos, mejor que si utilizáramos palabras. A día de hoy, prácticamente la mayoría de whatsapps que enviamos, incluyen un emoji. Es algo tan habitual que, prácticamente, lo hacemos de manera inconsciente aunque esconde un gran significado: mostrarle a la persona con la que hablamos, una emoción, algo que nos hace ser mucho más cercanos a través de una pantalla.
Por su parte, las empresas siempre han sido percibidas por el público como entes totalmente fríos y ajenos a ellos. Pero ante el crecimiento de la competencia en prácticamente todos los sectores profesionales, las empresas y marcas han tenido que enfrentarse a una gran decisión, reinventarse o morir.
Esta decisión les ha hecho cambiar sus estrategias de marketing, dotando a las marcas y empresas de personalidad y valores propios, como si de una persona se tratase. El carácter y la forma en la que una marca se expresa, debe ser acorde con el público al que se dirige si quiere ganarse su confianza y fidelizar a su target.
Es por esto, que las empresas han decidido hablar igual que lo hace su público. Y cómo no, los emojis son una pieza clave a la hora de hacerlo. Esto se debe a que, al utilizar estos elementos en la comunicación, se dota a las marcas de sentimientos y emociones, además de hacer los mensajes mucho más entretenidos y visuales.
Los emojis, se han convertido en una herramienta fundamental para todas las estrategias de marketing digital, ya que, no sólo humaniza la marca sino que, en casos de tensión comunicativa, suaviza el tono de los mensajes a la hora de contestarle a un hater o un cliente enfadado; incrementa el compromiso del público con la marca, a la vez que mejora la percepción del público, haciendo parecer a la empresa más amable y crea una experiencia con el usuario.
Son tantos los beneficios que las empresas y marcas pueden tener utilizando emojis, que se han creado campañas de comunicación y street marketing cuyo elemento lingüístico principal han sido los emojis. Un ejemplo de esto, sería la campaña “No seas emoticono”, de Marevents, en la que se emplean los famosos tres monos (mono con las orejas, los ojos y la boca tapada) para sensibilizar contra la violencia de género: ante la violencia de género, no te quedes callado, no mires hacia otro lado, ni te hagas el sordo, no seas emoticono.
Artículo de opinión publicado en el medio de comunicación Murcia Economía. Pincha aquí